Como fotógrafo estoy siempre en un continuo aprendizaje, probando y experimentando con distintos géneros fotográficos.
A los 18 años comenzó mi afición a la montaña, siempre acompañado de una cámara automática de carrete. Fue al ver que no era capaz de trasmitir en imágenes lo que podía disfrutar con mi vista, cuando me empecé a interesar por la fotografía. Primero con una vieja reflex analógica de mi padre, para pasar después al mundo digital.
La fotografía que mayormente practico, la calificaría como fotografía de actividad de montaña, ya que va mas allá del paisaje. Cuando salgo al monte, no salgo a hacer fotos, sino a practicar alguna actividad, lo que me hace renunciar al uso de trípode y filtros casi siempre, ya que su espacio en la mochila lo suele ocupar material técnico de montaña. Esto me hace renunciar a aspectos mas técnicos de la fotografía e intentar centrarme en trasmitir la esencia de la montaña, esa que tanto nos engancha a los montañeros.